La fortaleza mental es un factor clave en el desarrollo de cualquier emprendimiento: empresarial, social o académico. Es por eso que es imprescindible conocer las técnicas y las condiciones que nos van a permitir orientar y adaptar nuestra mente a los objetivos que queremos alcanzar.
Uno de los elementos más importantes es el tiempo. A veces estamos todo el día resolviendo tareas menudas, respondiendo correos, presentando informes y asistiendo a reuniones de coordinación. Debemos destinar por lo menos 15 minutos del día en pensar en nosotros mismos. No se trata de hacer ejercicios de meditación aunque si puedes trabajar tu respiración no estaría demás. Simplemente es parar y pensar en tu carrera profesional (que necesitamos hacer este mes para alcanzar nuestras metas y un aumento), en tu familia (tengo que pasar por lo menos una hora con mis hijos o hacer planes para salir con tu pareja) y en tu salud (que chequeo preventivo tengo que hacer este mes, o simplemente ponerme a caminar). El tiempo para ti debe ser sagrado, el profesor Mullainatham de la Universdidad de Harvard demostró que un grupo de madres solteras afroamericanas a las que además de su pensión de supervivencia se les dio más horas en las guarderías a sus hijos (es decir tenían más tiempo para ellas) al final de año tuvieron mejores ingresos que las madres que solo recibieron la pensión.
Otro punto importante es como animarnos a realizar tareas que no nos resultan agradables pero que son importantes para nuestro desarrollo. Si eres el dueño de un negocio evaluar tu situación contable, hacer el inventario o si eres profesor corregir exámenes. Esto no es divertido pero es necesario. Aquí tienes un tip que no tiene pierde. Ponte a pensar en una tarea que si te resulta agradable por ejemplo salir con tus amigos, piensa en la música de los previos, la ropa que te pones, tu actitud. Ahora traslada todo eso a la tarea tediosa, escucha la música, visualiza la ropa, la postura. Vas a ver que todo cambia, también te puede ayudar descomponer esta tarea en partes pequeñas pero no te olvides de la música, la luz y el color de las cosas que te gustan. Haz lo mismo con los pensamientos que te resultan incomodos, cuando dudas de ti mismo, cuando una situación te molesta o te aterra. Piensa inmediatamente en una situación donde estabas seguro y todo salió a las mil maravillas. El secreto es recordar con mucho detalle toda la atmósfera de las situaciones felices e inmediatamente trasladar este escenario a la situación que te incomoda.
Si esto no funciona lo que puedes hacer es visualizar los recuerdos desagradables o frustrantes con menos luz, color, bajarle el volumen y hacer que poco a poco todo el escenario negativo se vaya diluyendo.
La mente es una herramienta poderosa si la controlas puedes trasladarte a cualquier lugar y tiempo. Cuando te sientas triste o angustiado en lugar de preguntarte que cosas te han llevado a este estado pregúntate más bien cómo se pone tu cuerpo en esa situación, que gesto adoptas, cuál es tu postura, tu tono de voz. Y luego trata de sustituirlo por la manera como te sueles sentir en tus momentos de júbilo y reemplázalo. Haz esto una y otra vez, todo está en tu mente, situaciones adversas vamos a tener todo el tiempo la clave es como hacemos que nuestra mente se enfrente a ella y sobre todo reconocer que a veces solo una cosa nos ha salido mal y tenemos 99 que han salido bien pero nuestra mente solo reconoce lo negativo y lo tiende a agrandar.
Estos pequeños ejercicios te van a ser útiles para resetear tu mente y orientarla en tu beneficio.