Martes 10.00 pm pido un uber desde la casa de mi mamá hacia mi departamento. Salía de tener una reunión familiar precisamente no muy agradable, quien no tiene una historia complicada? En fin, el punto es que me subo al Uber e inmediatamente me saluda un señor (más de 50 años) bien vestido, auto limpio y de buen trato. Me dije, por fin, un buen servicio para llegar rápido a mi casa (a no más de 10 o 15 minutos de trayecto) y en eso empezó …..

  • El señor ¿Qué bonita noche de otoño, no le parece?
  • Yo que ya estaba con los audífonos puestos, me los quité, tratando de responder amable pero escuetamente  “Si efectivamente una bonita noche”
  • Vas a ver a tu familia?
  • Si, respondí. Salgo de la casa de mi mamá y voy finalmente, después de un largo día a casa.
  • Ahh entonces eres mamá?
  • Um ju….. A esto, me aseguro que me vea poniéndome los audífonos en clara señal que no deseo continuar con su conversación.
  •  ¿Qué sabes de las ollas de aluminio?
  • Mi cara gritaba por favor señor, quiero escuchar música y llegar rápido a casa….pero traté de ser una buena persona—- «Si, sé que los metales son altamente contaminantes y que las ollas de aluminio son buenas para la salud» (Ahora sé esta información de memoria porque es la 4 cuarta vez que alguien ha tratado de venderme estas ollas)

Estuvo hablando solo sobre estas ollas por más de 5 minutos.

Datos relevantes que este señor me dijo sobre su producto; que todos los jugadores de la U le habían comprado, que Chibolín le había comprado; que no tenían competencia y que si yo no compraba era porque “estaba muy urgida de dinero” luego de que trato de subir a mi casa para hacer una presentación de media hora junto a “mi esposo”  para finalmente solicitarme tenga a bien darle 10 contactos a quien le interese las benditas ollas.

Obviamente que le di nada de nada.

Y es acá donde empiezo a encontrar los errores en su venta.

  1. El primer gran error, no escucha lo que estoy diciendo. Hay una regla de oro, cuando piensas atraer a un potencial comprador; llama la atención de manera asertiva. Se pasó más de 5 o 7 minutos hablando de los jugadores de la U y de Chibolin, referentes que solo sacaron una risa incomoda en mí. Por qué claramente para mí, después de un día largo de trabajo más temas complicados, chibolín o la gente famosa local no hace ningún efecto; pero si me preguntaba sobre mi día, sobre mí, quizás le hubiese ido mejor.
  2. En vez de hacerme hablar a mí, habló él. Como vendedor debes respetar el silencio; dale tiempo al potencial cliente para responder y generar interés. No porque hables más significa que la otra persona está conversando.
  3. No insultes al cliente. A nadie le gusta que le digan que “si no me compras, es porque no tienes dinero” sin  importar el eufemismo que uses. Eso molesta y lejos de presionar al cliente hacia la compra te ves cómo alguien desesperado por vender.
  4. Por favor, mira a tu potencial cliente, no asumas, no pienses que porque está casado o tiene hijos, esa persona automáticamente sabe de ollas, cocina, o peor que a mi esposo va a estar feliz de que llegue con un vendedor de ollas para una presentación de media hora a las 10.00 pm; después de un largo día de trabajo para ambos. Nota aparte ¿Por qué tendría que tener la presentación , junto a mi esposo? Estoy segura que sé más de ollas que él y siendo adulta puedo tomar decisiones propias respecto a los utensilios domésticos en mi propia casa, gracias.
  5. Jamás trates de ir a la casa de tu cliente, no importa la estrategia de ventas que el promotor que dio la “instrucción” te haya dicho. Uno por razones de seguridad  y dos porque pierdes mucho tiempo, vendiendo de esa forma. Piensa cuanto inviertes en llegar al hogar, hacer una presentación de por lo menos media hora que en verdad alargas por más de hora para que después de insistir salgas con un 70% de probabilidad que te digan que no. Porque si crees que ganas con esos 10 contactos que obligaras al potencial cliente a darte, vas a recuperar tu inversión, lamento romper esa mentira. No, no lo harás. Este sistema tiene grandes problemas, inviertes  energía, tiempo, dinero (movilidad) para vender productos que son altamente caros en comparación con la oferta del mercado.

Esa es mi gran recomendación; mejora tu sistema de ventas. Vender es un proceso que requiere investigación. Primero evalúa quien puede pagar este tipo de ollas, luego a quien realmente le interesa este tipo de productos (tip no son amas de casa, ellas ya tienen ollas que funcionan bien y que además destinan el dinero de otra forma), lanza tus anuncios virtuales dirigidos a estos públicos y principalmente, por favor no trate de vender con estrategias que funcionaban en los años 70, no digas que no tienes competencia, todos la tenemos, si no tienes competencia lo más probable es que tu producto sea una estafa, una pirámide o peor seas un mal vendedor.