Una buena o mala decisión puede marcar nuestra vida. Pero los agentes más determinantes en este campo no son los avisos publicitarios ni nuestro círculo de familiares y amigos. Es nuestra propia mente la que nos construye una serie de sesgos y creencias que nos pueden alejar de las elecciones y escenarios más convenientes. Cómo evadir estos pensamientos construidos por nosotros mismos. A continuación te brindamos nuestro top five de recomendaciones analizados por los gurúes de la economía conductual[1].
1.- Práctica el pre mortem. Antes de lanzarte a una aventura empresarial o un nuevo proyecto de negocio, pregúntate que harías si al cabo de un año todo sale mal y haz un pequeño artículo del supuesto desastre. Te puede ayudar a ti o tus socios a ver cosas que ni siquiera se habían imaginado producto de su optimismo o de la fe en su experiencia en el rubro.
2.-Cuidado con la falacia narrativa. Si te han hecho una presentación con un discurso bien articulado, con abundantes datos estadísticos y relaciones causales bien fundamentadas. NO te apures en firmar de una vez el contrato o hacer el depósito. A la mente humana le gustan los discursos bien sistematizadas y con números de respaldo, pero todo eso no garantiza que estés ante un buen proyecto de inversión o una empresa confiable. No estamos diciendo que los datos o los pasos expuestos puedan ser falseados. Estos pueden estar bien confirmados pero no garantizan el resultado. En el mundo empresarial y en cualquier escenario donde están involucrados seres humanos ninguna regla es infalible y esto es algo que debemos recordar todo el tiempo.
3.- El sesgo del resultado. Los seres humanos evaluamos nuestras acciones en función a los resultados sin tomar en cuenta los procesos. Cómo diría Napoleón : “la victoria lo justifica todo”. Pero no es así, sobre todo cuando la recha de buena suerte termina. Hay que fijarse en la consistencia de la propuesta, la solidez del sistema y los riesgos involucrados.
4.- Cuidado con las recetas. No existen recetas para el éxito, pero a la mente humana le gustan mucho el camino simplificado (por eso estas leyendo estas cinco recomendaciones) En toda épica empresarial existe desde luego mucho trabajo y también bastante suerte. Pero para que no te descorazones dicen que la suerte es cuando la preparación y la oportunidad se encuentran.
5. ¡A la mierda hagámoslo!. Esta recomendación es la más importante, como dirían los poetas un camino equivocado es también un camino. Hay que lanzarse a la piscina y encontrar tu propia suerte, este no es el éxito. Aquí estamos hablando de tu espíritu, tao, dharma o como quieras denominarlo. El filósofo libanés Nassim Taleb le llama cisne negro y no basta una piscina para encontrarlo a veces puede ocultarse en un océano, finalmente la vida es que te diviertas buscándolo.

[1] Las recomendaciones 1 al 4 las puedes encontrar en el texto Pensar rápido, pensar despacio de Daniel Kahneman